Un Hombre Llamado X

sábado, octubre 14, 2006

La Iglesia y el tricornio, como anillo al dedo



Había un chiste de dos gitanos que un día se encuentran un tricornio y uno de ellos se lo prueba a ver que tal le sienta y de inmediato empieza a pegarla puñetazos y patadas a su amigo, con lo que su amigo le pregunta que si está loco y le quita el tricornio de un golpe, a lo que el susodicho apaleador dice, "ozú, no ze lo que ma pasao, pero en cuanto me lo he puesto, ma entrao una mala leche...."

Pues eso, que Iglesia y Guardia Civil tienen tantas cosas en común... que no me sorprende nada de nada ver a estos tipos con tricornio, como tampoco me va a sorprender ver a los otros con sotana en vez de la capa con que habitaban las carreteras antaño.

¿Que no tiene en nada en común? Pues que se lo digan a Franco que se valió de ambos durante años por el apoyo que le han profesado los dos estamentos, y como ambos han servido a su señor olvidándose del pueblo al que han tratado como seres inferiores.

¿Más coincidencias? No hay que ir muy lejos para acordarse de como han aprovechado durante décadas su posición de poder y de fuerza para abusar de la ciudadanía, los unos manipulando desde el púlpito y abusando de menores e incluso teniendo amancebadas en su propia casa mientras promovían la castidad, a pureza de espíritu y la justicia moral; y los otros presumiendo de ser el adalid de la ayuda en carretera y de la vigilancia al respeto a la ley y se han dedicado a poner multas como única ocupación en los lugares más insospechados sin ninguna intención de cubrir aquellos lugares donde más accidentes estaba constatado que ocurrían y por otro han sido, como en el chiste que he contado, los que han sido famosos por sus abusos de poder dando tremendas palizas indiscriminadas en cuanto han considerado que alguien se las merecía, y a las pruebas me remito por la fama popular que solo refleja una realidad subyacente. Y no cuento de las monterías que se realizaban recién terminada la guerra civil para cazar a los milicianos republicanos que se escondían en las montañas y que perseguían como lobos hasta darles caza y muerte en la mayoría de los casos.

Lo dicho, quien con lobos vive a aullar se enseña. Dios los cría y ellos se juntan.