Una manifestación contra todo
Una vez más el bendito PP ha vuelto a utilizar a cualquiera que se cruce en su camino para sus fines partidistas, y de nuevo lo ha hecho con las víctimas del terrorismo.
Pero hay que dejar algunas cosas claras, y la primera es que las víctimas son víctimas, pero nada más. Les acompañamos en su dolor y yo personalmente he vivido de cerca durante años el miedo a estar en el punto de mira de esta banda de asesinos, por lo cual les entiendo perfectamente, sin embargo, pero el hecho de ser víctimas no les confiere ningún papel político de intervención en el proceso de solucionar un problema tan grave como es el terrorismo y acabar con un grupo que lo lleva ejerciendo desde hace décadas. Pueden expresar su opinión como cualquier ciudadano pero por haber sido tocadas con la lanza negra de la muerte en versión terrorismo, su opinión no tiene porque tener más peso que la de resto.
¿A quien se le ocurriría que los afectados por el envenenamiento masivo del aceite de Colza intervinieran en las leyes que se emitieron entonces para evitar que se repitiera y los culpables fueran a la cárcel?
¿Alguien diría que los afectados por las diferentes estafas inmobiliarias que ha habido en España en el Siglo XX fueran los interlocutores válidos para fijar las penas o decidir que se hacía con estos personajes mafiosos?
¿Acaso estaríamos de acuerdo en que las familias con hijos drogadictos estuviesen manifestándose porque quieren intervenir en los procesos que se hicieron para terminar con los grandes carteles gallegos de la droga?
Efectivamente, a nadie se nos ocurriría afirmar que por ser un afectado por algo dramático tenemos el derecho a intervenir, participar e incluso a obligar a un gobierno a que gire en uno u otro sentido. Jamás, salvo al PP que está dispuesto a entrar en una asociación como la AVT, poner a una elemento del tipo del Sr. Alcaraz al frente y desde ahí, utilizar a personas con el dolor más arraigado del mundo, que es el dolor de haber perdido a un ser querido por un acto terrorista, para sus fines políticos partidistas, eso es vil, pero ya a nadie nos sorprende según se viene comportando en los últimos tiempos.
Y además hay muchas otras asociaciones de víctimas, y muchas víctimas que no están asociadas que opinan muy diferente y no por eso su voz tiene menos peso. ¿O acaso las víctimas de derechas “peperas” y “losanteras” son solo las únicas que hay que tener en cuenta? Vergonzoso.
Etiquetas: Partido Pinocho, pp
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